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Javier Díaz

 

    Javier Díaz pertenece a la comunidad afrouruguaya. Es dirigente de ACSUN (Asociación Cultural y Social Uruguay Negro).

Entrevistador/a: ¿Cómo surge ACSUN?
Javier: ACSUN nace el 10 de agosto de 1941. En 1941, ante lo que era la diversidad étnica en nuestro país, la sociedad uruguaya no integraba a los afrodescendientes. ACSUN surge a partir de la necesidad que tenía la sociedad afrouruguaya –que estaba en construcción– de tener un lugar de reunión y de encuentro de la familia, donde pudieran manifestarse los diferentes aspectos de la cultura afrouruguaya.

Entrevistador/a: ¿Cuáles son los fines de esta organización?
Javier: Desde 1941 hasta la fecha han ido cambiando los fines de la organización, de acuerdo a las diferentes personas que han ido pasando por ella. En los comienzos se dedicaba simplemente a reunir a las familias, organizar bailes, picnic, etc.; ahora apuntamos más que nada al tema de la formación. Nosotros pensamos que la principal forma que tienen los afrodescendientes para escapar del círculo de la exclusión social es a través de la educación. El módulo Raza de la Encuesta Continua de Hogares refleja que los afrodescendientes somos el 6% de la población: un gran porcentaje esta por debajo de la línea de pobreza y la gran mayoría no alcanzó el nivel secundario. Los que por suerte pudimos terminar la Universidad sentimos el deber de "empujar" a esa gente para que no se queden en el camino. Vos le preguntás a cualquier persona que se identifique como afrodescendiente o como negro, qué nivel educativo tiene, te encontras con que pocos alcanzaron el nivel secundario y aún menos el nivel terciario, pero de su familia tal vez sean una o dos personas las que alcanzaron la Universidad. Por eso, nosotros tenemos la vocación de ayudar como retribución a la comunidad.

Entrevistador/a: Cuéntenos acerca de los distintos talleres que funcionan en ACSUN.
Javier: Funcionan talleres de danza afro-candombe, percusión, y de candombe, este año incorporamos un taller de folclore. Apuntamos a la valorización de las raíces afrodescendientes en la cultura nacional.

Entrevistador/a: ¿En esta organización participan personas que no son afrodescendientes?
Javier: Si bien ésta es una organización de afrodescendientes, nosotros dimos un giro hacia la integración multiétnica. Gran parte de los compañeros que trabajan en la organización no son afrodescendientes; tenemos amigos que son de Estados Unidos, de Francia, que están residiendo en este momento en Uruguay a través de los intercambios universitarios y también participan de los talleres.

Entrevistador/a: ¿Ustedes se proponen como organización sustituir la palabra negro por afrodescendiente o afrouruguayo, o revalorizar la palabra negro para que adquiera un nuevo significado para la sociedad?
Javier: Nosotros apuntamos a que la persona se autoidentifique, porque uno de los problemas que tienen la mayoría de los censos es que muchas personas no se identifican con el término afrodescendiente porque éste es un término político-histórico reciente. El movimiento negro o afrodescendiente, organizado en diciembre del año 2000 en la Preconferencia Mundial contra el Racismo, realizada en Santiago de Chile, propone ese término como reivindicación de las raíces y los valores. Habemos [sic] muchos que entendemos que el término negro es la palabra que le dio el esclavista a los africanos esclavizados. Las personas que nos identificamos como afrodescendientes reivindicamos un pasado en común. El término afrodescendiente engloba a todos los que tienen ascendencia de las personas que vinieron esclavizadas hacia América, y revaloriza todo un legado cultural. Las personas que vinieron a principios del siglo XX pueden decirles a sus nietos de qué región o zona de Europa vinieron, pero los afrodescendientes no podemos decir que venimos de tal o cual nación o etnia africana, porque los registros no existen. Si bien nosotros somos parte de ese proceso, mantenemos el nombre de nuestra organización.

Entrevistador/a: ¿Mantienen contacto con organizaciones de afrodescendientes de otros países?
Javier: Desde el año 2000 mantenemos contacto con gente de otras organizaciones. A nivel continental existe una red que se llama Alianza Estratégica para los Afrodescendientes que tiene sedes en el Cono Sur, en Centro América, el Caribe y América del Norte. Esta red reúne a gran parte de las organizaciones que están trabajando por los Derechos Humanos y las reivindicaciones sociales de los afrodescendientes.

Entrevistador/a: ¿Ustedes integran Mundo Afro?
Javier: En este momento estamos en un proceso de federación. En Montevideo y otros departamentos de Uruguay existen diferentes organizaciones que trabajan de forma aislada. Lo que se pretende con el proceso de federación es unificar plataformas y criterios. Nosotros estamos en ese proceso, pero somos totalmente independientes de las diferentes organizaciones. Mundo Afro nace en 1988, era una revista y formaba parte de ACSUN. En un momento ellos entendieron que tenían que formar otra organización y así la formaron. Es una organización independiente de nosotros.

Entrevistador/a: ¿Le parece que los jóvenes están interesados en participar en esta organización?
Javier: Es complicado, aparte de lo que es la Dirección de acá, trabajo en el INJU, y puedo decir que los jóvenes no ven a las organizaciones como una forma valedera de asociación. Buscan otras formas de asociarse, y es difícil encontrar un "gancho" para que el joven se integre en una organización. Hay que buscar formas alternativas de atraerlos.

Entrevistador/a: ¿Cómo se vinculó a ACSUN?
Javier: Yo estoy como en la cuarta o quinta generación de la organización; hay una tradición familiar de participación. Eso pasa en Uruguay y en muchos países de Latinoamérica debido a que la comunidad es muy pequeña. Los primeros que se enganchan son la familia, después el círculo de amigos, después el círculo donde vos estudias y así sucesivamente, así enganchas a la gente. Parece que fuera un club de amigos, pero se da de esa forma.

Entrevistador/a: ¿Se define como negro, afrodescendiente, afro uruguayo o le da lo mismo?
Javier: Soy parte de un proceso. Yo, durante toda mi niñez, al participar de organizaciones desde niño, como que uno se va formando como negro. Al participar de la Conferencia que comienza en diciembre de 2000 y culmina en agosto-septiembre de 2001, como que el término negro lo fui revalorizando y lo fui transformando en afrodescendiente, que es un término mas construido. Me identifico más como afrodescendiente, pero soy producto de ese proceso y ese bagaje.

Entrevistador/a: ¿Qué es para usted ser afrodescendiente?
Javier: ¿Qué es para mí ser afrodescendiente? [hace una pausa¬¬¬]. Es medio complejo definirlo. Ser afrodescendiente, para mí, es tener una cosmovisión diferente del mundo, si bien todos nacimos dentro de la República Oriental del Uruguay, uno desde niño tiene diferentes valores, y hasta diferentes formas de peinarse, de vestirse, y movilizarse en la vida al resto de los uruguayos.

Entrevistador/a: ¿Qué es lo que los hace distintos?
Javier: Una cosa puede ser la música que escuchamos. Muchos compañeros de trabajo se identifican más con el folclore, que tiene más raíces españolas, mientras que yo me identifico más con la música afrouruguaya, con el candombe. Otra cosa es la forma en que uno se peina y los productos que utilizamos para el cabello. En cuanto a la vestimenta, a veces uno bromea, con el color de la piel que uno tiene le van mejor los colores claros.

Entrevistador/a: ¿Le parece que si un extranjero llega a Montevideo se nota el aporte afro?
Javier: El aporte afro se nota, pero solamente en la manifestación más visible que son los tambores. Si bien el candombe es un elemento que nos identifica, hay muchos afrodescendientes que no se identifican con él. Cuando vas a una cuerda de tambores la mayoría no son afrodescendientes, o ni siquiera hay afrodescendientes que bailen o toquen. El aporte se nota a través de eso porque ni en los medios de comunicación, ni en los órganos de toma de decisiones hay afrodescendientes.

Entrevistador/a: ¿Está de acuerdo con la forma en que se relevaron los datos del módulo Raza de la Encuesta Continua de Hogares?
Javier: Algunos decían que estuvo mal relevado el dato y que el número de afrodescendientes es mayor. Ahora están mejorando la muestra para ver si se comprueba esa hipótesis o no. El término afrodescendiente no se tiene que imponer, sino que la gente tiene que adquirirlo; si uno quiere identificarse de otra manera también es válido. Mi humilde opinión es que a la persona no tiene que imponérsele diferentes categorías, como sucedió en 1996. El hecho de que se incluyera un módulo de Raza fue una exigencia por parte del alto comisionado de los Derechos Humanos, que le exigió a Uruguay recavar datos específicos sobre las minorías étnicas para tener una mejor focalización. El alto comisionado recomendó un tratamiento especial para las minorías étnicas, porque no se están aplicando políticas específicas para ellas.

Entrevistador/a: ¿En qué fenómenos le parece que se manifiesta la cultura afro en nuestro país?
Javier: Lo más visible es el candombe, las cuerdas de tambores que salen por los diferentes barrios de Montevideo, el Desfile Oficial de Llamadas. El candombe se ha extendido por todo el país. Los departamentos fronterizos hace diez años no tenían candombe, sin embargo ahora se está manifestando. El candombe es la principal carta de presentación que tiene nuestro país. Una cosa que no está bien difundida son las letras, tenemos poetizas y dramaturgos afrodescendientes, como Emilio Cardozo, Beatriz Santos, y Cristina Rodríguez Cabral. Ellos son los que actualmente están trabajando. Otra de las manifestaciones más valederas, que ha traspasado fronteras al igual que las letras, son los artistas plásticos. Nosotros tenemos un mural en el patio, es de Rubén Darío Galloza, que además de artista plástico era activista social. El plasmó en sus lienzos lo que observaba de la cultura afrouruguaya, representando a nuestro país en el mundo.

Entrevistador/a: ¿Le parece que los afrodescendientes mantienen alguna tradición traída desde África o que éstas son tradiciones afrouruguayas?
Javier: El sistema esclavista atacó a la religión, que es el núcleo de la cultura. La función de la religión es unificar diferentes elementos para que se mantengan las tradiciones. Las religiones africanas fueron reprimidas y estigmatizadas. Mediante el sincretismo religioso y cultural se mantuvieron algunos elementos africanos, pero no en su forma originaria.

Entrevistador/a: ¿Usted cree que existe un estigma sobre algunas religiones?  
Javier: Sí, en el caso específico de las religiones de origen afro existe el estigma de que son oscuras, satánicas, de que se faenan animales, y no se respeta ni al culto ni a las personas que lo practican. La Biblia se estudia a nivel secundario, como objeto literario, y no como fanatismo. Al poner diferentes religiones como objeto de estudio la gente tomaría conciencia y no estigmatizaría a la religión como sucede ahora. Es conocido el caso de la Iglesia universal, que ataca a las religiones de origen africano desde sus espacios en los medios masivos de comunicación, y si uno lo decodifica mal, se cree esos estigmas negativos.

Entrevistador/a: ¿Le parece que existe discriminación en nuestro país?
Javier: Sí. La discriminación va de la mano del racismo. El mes pasado tuve la suerte de participar en un subgrupo de trabajo sobre minorías en la sede de la ONU en Ginebra, y allí manifestamos que la discriminación en Uruguay se da a nivel estructural. En nuestro país no tenemos leyes que discriminen a las personas por su género o etnia. Sucede que las diferentes estructuras no dejan que los afrodescendientes asciendan a ciertos niveles. En nuestro país, desde el comienzo hasta nuestras fechas, han venido diferentes oleadas de gente que inmigró desde distintos países. Lamentablemente los afrouruguayos, luego de finalizado el régimen político de la esclavitud, no tuvieron las mismas oportunidades que los inmigrantes europeos. El ascenso social se ve estancado.

Entrevistador/a: El Estado no realizó acciones afirmativas. ¿Se refiere a eso?
Javier: Sí, iba a eso. Nosotros vemos que estamos en una situación de desigualdad social respecto al resto de la población, y lo que tendría que hacer la acción afirmativa o la discriminación positiva es apoyar a la población o grupo que está en desigualdad hasta que se equipare con el resto. Y en ese momento la ayuda se retira. Basándome en los datos del INE de 1996, las jóvenes de entre quince y dieciocho años, discriminando por etnia o raza, ingresan al mercado de trabajo antes que el resto de la población, principalmente en el sector de mano de obra no calificada  del sector servicios. Esto no puede ser, es una alarma que indica que la sociedad tiene que hacer algo desde el punto de vista de las políticas públicas, políticas específicamente orientadas hacia las jóvenes afrodescendientes que sufren una discriminación múltiple.

Entrevistador/a: ¿Le parece que a nivel cotidiano también existe?
Javier: A nivel cotidiano existe, pero es más complicado demostrarlo. A nivel estructural vos tenes los números. En un acto de discriminación son muy pocas las personas que se ofrecen como testigo para demostrar si fue o no un acto de discriminación racial. A nivel laboral, ha habido [sic] muchas denuncias, pero siempre, como el trámite es muy engorroso, la persona se retracta y no denuncia. De todas maneras, existen diferentes mecanismos para denunciarlos. Es complicado analizar este tema porque interviene la subjetividad de las partes involucradas en un posible hecho de discriminación. Desde mi experiencia como afrodescendiente, te puedo decir que la discriminación a nivel cotidiano existe.

Entrevistador/a: ¿Fue discriminado en la Universidad?
Javier: No, no lo sentí. Pero hay personas que te ven avanzando en la carrera y se preguntan cómo es que uno llego hasta este nivel  o porque continúa avanzando. Otro aspecto es el de las relaciones personales. Vos sentís que alguien es tu amigo o no cuando te invita a su cumpleaños o comparte una mesa contigo. Hay veces que esa barrera, que lamentablemente pone el color de piel, se ve.

Entrevistador/a: ¿Se acuerda de algún caso reciente en el que usted se haya sentido discriminado?
Javier: Hace poco fui con mi hermano a un supermercado, elijo un producto, no me gusta y lo devuelvo a una góndola diferente. El guardia de seguridad, cuando salimos del supermercado, después de pagar, nos llama y le pregunta a mi hermano si tenía el producto que no estaba en la góndola. Yo le dije con calma: "mirá, nosotros pagamos, el producto no lo elegimos, lo dejamos en la góndola" y me dice "sí, sí, yo lo vi". El guardia lo había visto por el monitor, lo hizo sólo para fastidiarnos. En el ámbito internacional fui discriminado en varios aeropuertos. No sé si es una orden que tienen, si en una cola para abordar un vuelo hay afrodescendientes, africanos o incluso indígenas, es muy común que te digan [señala con el dedo]: "vos, vos, pasen para acá".

Entrevistador/a: En los últimos años, a partir de la preocupación que viene un poco de los Organismos Internacionales, ¿se notó algún cambio en la discriminación o se mantienen las cosas igual?
Javier: El Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial tienen préstamos y programas específicos para los afrodescendientes. El BID impuso como condición a Uruguay que creara programas específicos para los afrodescendientes y, en particular, para la mujer afrodescendiente. Son cosas que la población en general no sabe, son cosas que no salen a la luz. Estos Organismos están al tanto de la problemática de cada uno de los países y recomiendan que se hagan acciones afirmativas hacia la población afrodescendiente. Esa preocupación no es exclusiva del exterior. La sociedad afrouruguaya organizada tiene una masa crítica que opina y decide. Mundo Afro, al ser la organización más grande, es la que tiene mayor influencia. Las organizaciones más pequeñas también tratamos de influir para equiparar las diferencias.

La nueva administración que asumió en 2005 [se refiere a la administración del Dr. Vázquez] hizo manifiesto su intención de cambiar la situación. Lo mismo ocurre con las Intendencias de Montevideo y Rivera. Hace dos años se creó en Montevideo la Unidad Temática por los Derechos de los Afrodescendientes y en Rivera también se creó una unidad temática, cooperando con Santana do Livramento, que tiene organismos específicos que se encargan de los afrodescendientes. Resulta complicado acostumbrar al tomador de decisiones a que tiene que diseñar políticas específicas para los afrodescendientes. La gente se resiste a aplicar políticas afirmativas. Si alguien le dice a un vecino de Montevideo: "mirá, para tu vecino, por ser afrodescendiente, si bien es pobre como vos, tenemos que hacer algo más específico para que salga de la pobreza". La gente no está acostumbrada a eso y menos lo está el que toma las decisiones desde el punto de vista político.

Entrevistador/a: ¿Normalmente las familias se conforman con afrodescendientes o hay matrimonios multiétnicos?
Javier: No hay estudios sobre ese tema. La percepción que yo tengo es que los matrimonios o parejas multiétnicas son más frecuentes, a medida que avanza el siglo XXI esto va a seguir cambiando. Depende de la formación familiar que tenga la persona y el vínculo que tenga con esta comunidad, que está en construcción todavía. Nosotros somos el reflejo del ámbito que nos rodea: si tus padres, tus amigos, tu familia o el círculo donde vos te reunís es racista, te convertís en el reflejo del círculo en donde vos te movés.

Entrevistador/a: ¿Existe el  fenómeno de que algunos afrodescendientes buscan "blanquear" la familia formando pareja con blancos?
Javier: Hay personas que han tenido una mala experiencia tanto con afrodescendientes como con no afrodescendientes y eligen a una persona de diferente etnia como para cambiar la pisada. El fenómeno del blanqueamiento existe, algunas personas niegan su etnia. Siendo reiterativo, también va en dónde uno se mueve. Nosotros los afrodescendientes somos muy pocos en donde yo vivo; si yo me moviera exclusivamente en mi barrio las únicas personas afrodescendientes que conocería serían mi familia y muy pocas más, la gran mayoría no serían afrodescendientes. Al momento de la elección uno elige lo que tiene a su alcance. Es multifactorial el tema de la elección.

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