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Renato Palermo


    Renato Palermo es coordinador del patronato INCA-CGIL.

Entrevistador/a: En primer lugar, tenemos una serie de preguntas que tienen que ver con lo institucional. ¿Qué es el patronato exactamente?
Renato: Después de la guerra se han formado en Italia estructuras que tienen como función asistir al trabajador. Obviamente, Europa e Italia en aquel momento estaban muy conmocionadas después de terminada la guerra. Había carencias en materia de formación, una población numerosa y la gente estaba de alguna manera abandonada a su suerte. Entonces, las estructuras sindicales (y también alguna estructura religiosa) empiezan a crear organismos que se dedican a la asistencia de la gente. En el caso de los patronatos, a la asistencia del trabajador específicamente. El patronato asiste al trabajador hasta el día de hoy en una serie de iniciativas, por ejemplo, en el control del aspecto sanitario del lugar donde trabaja o cuando termina su período laboral, lo ayuda con el trámite de pensión. A su vez, antes de que termine ese período laboral de la persona, trabaja desde el punto de vista legislativo a los efectos de mejorar las leyes de protección al trabajador, ya sea a nivel de seguridad social como a nivel médico. La función del patronato es esa: […] proteger y asistir al sector del trabajador.

Con el tiempo han surgido diversos patronatos que a su vez se han especializado. El nuestro, el patronato INCA, es el patronato promovido por la central sindical italiana más grande. Italia tiene tres centrales, la CGIL es la mayor, es la que de alguna manera representa al 70% o 80% de los trabajadores. La CGIL es la que promociona al patronato INCA, para que proteja en todos esos aspectos al trabajador, por eso el nombre correcto es INCA-CGIL. Estas organizaciones también se han instalado en los lugares donde hay una emigración italiana importante, en este caso Uruguay. El patronato INCA está en todo el mundo porque la emigración italiana está en todo el mundo, cumpliendo la función que cumplía en Italia, asistir, en este caso al trabajador italiano radicado en el exterior. Pero eso, sobre todo con la concepción –llamémosle ideológica– que tiene esta central sindical. No está reducido exclusivamente a la parte italiana. En los lugares donde se opera, también se trata de dar un servicio no sólo al italiano, sino a quien lo demande. Es por eso que nosotros hemos entrado a otros campos. Por ejemplo, estamos asistiendo a los uruguayos residentes en la argentina con el trámite jubilatorio, porque vimos que hay una necesidad en ese aspecto. La emigración uruguaya hacia la Argentina se produce en forma masiva en el año 70, más o menos; por lo tanto, hoy hay una buena parte de uruguayos que ya está en edad jubilatoria y tiene dificultades. Empezando por la dificultad económica de venirse al Uruguay para hacer todas esas gestiones. Nosotros les tratamos de facilitar estos problemas. A grandes rasgos es eso.

Entrevistador/a: Vimos que en Uruguay hay cuatro patronatos. ¿En qué se diferencian [entre sí]?
Renato: Los patronatos son financiados por el Ministerio de Trabajo; por lo tanto, son organismos que trabajan en la órbita pública y están financiados por el Estado. Los patronatos más grandes son aquellos que están armados por las centrales sindicales. En Italia, hay tres sindicatos. Está la CGIL, que fue de inspiración de izquierda, comunista, socialista, y es la central más grande. Después hay una central católica, que es la CISL, de centro, por decirlo de alguna manera. Tenemos otra que es chiquita, la UIL, formada por escindidos del Partido Socialista que crearon su propia central y representa a un porcentaje muy chico de trabajadores. La CISL tiene su patronato aquí, en la calle Vazquez, y la UIL también tiene patronato acá. Además, hay otro, que es el ACLI, que está armado por organizaciones católicas que trabajan toda la parte civil de asistencia. Estos son los cuatro patronatos que hay en Uruguay. Existen otros patronatos en Italia, pero que no están presentes en Uruguay. Por ejemplo, las pequeñas empresas tienen sus patronatos y los trabajadores del comercio también.

Entrevistador/a: ¿Los patronatos son entonces asociaciones civiles, pero financiadas por el Estado?
Renato: Exacto. Jurídicamente operamos en el exterior como asociaciones civiles.

Entrevistador/a: ¿Hace cuánto que realizan esta tarea en Uruguay?
Renato: Acá en Uruguay el patronato INCA está desde el año 85.

Entrevistador/a: ¿Los otros también, son todos post dictadura?
Renato: Sí. Es que justamente, con el primer gobierno democrático, vino el presidente italiano Sandro Pertini, y se hicieron una serie de acuerdos, entre los cuales se implementaron los patronatos. También se hizo la ley de convenio entre Italia y Uruguay en materia de pensiones y jubilaciones.

Entrevistador/a: ¿Qué tipo de relaciones mantienen los patronatos, o las asociaciones italianas en general, con el Estado uruguayo?
Renato: Eso obviamente queda librado a la voluntad de cada organización. Nosotros, de alguna manera, nos manejamos con la línea de acción que tiene siempre la central nuestra. La central nuestra tiene obviamente fuertes lazos con los sectores trabajadores, pero también con los sectores políticos. No en forma directa con los sectores políticos, pero sí con los sectores del trabajo. Evidentemente es difícil después desvincular los sectores. La relación natural de la CGIL es con el PIT-CNT, pero a su vez también tenemos una relación en el aspecto político. Por ejemplo, el INCA Uruguay está colaborando con la actividad de un observatorio, el Observatorio del Mercado de Trabajo del Sur, que funciona aquí, donde se hacen muchos trabajos a nivel sociológico. También se está haciendo un seguimiento sobre el diálogo social, sobre los acuerdos en la tripartita, y además se está haciendo un seguimiento sobre el Plan de Emergencia. El mes que viene se va a hacer una exposición sobre ese trabajo. Ese OMT Sur se creó también como una asociación civil integrada por la parte sindical; el PIT-CNT nombró sus representantes.

Cuando fue creado aún no había asumido el actual Gobierno, pero evidentemente las relaciones a nivel político eran básicamente con los sectores del Frente Amplio; por lo tanto, se le pidió al sector del Frente Amplio que designara personas para integrar este proyecto. En aquel momento, la Comisión de Programa, que estaba trabajando sobre el programa de gobierno, designó a determinadas personas. Nosotros como INCA también estamos representados. Ahí se formo la Comisión Directiva, con esos tres componentes y con el objetivo de ayudar a buscar salidas a nivel laboral. Estos seguimientos se hacen obviamente para tener un diagnóstico y después poder ayudar al despegue hacia el empleo, al trabajo.

Entrevistador/a: ¿Reciben algún tipo de ayuda procedente de Italia para este trabajo?
Renato: En el caso especial del observatorio, se recibe de allá básicamente ayuda económica para la parte operativa y participación de expertos en la materia. Nosotros tenemos un contacto muy fuerte también, en lo que se refiere al observatorio, con el IRES, que es un instituto de investigación también promovido por la CGIL. Es un instituto que tiene una gran importancia, no sólo a nivel italiano sino a nivel europeo. Es un centro que estudia y publica sobre temas relacionados al trabajo. Nosotros tenemos ese nexo muy fuerte y hacemos llegar […] técnicos en la materia. El primer trabajo que hizo el observatorio fue justamente un diagnóstico sobre la situación laboral uruguaya, e hizo una presentación sobre las legislaciones laborales italianas. Son todos elementos de apoyo al sector local. Además, se parte de un principio: nosotros no tenemos la idea de gueto, no podemos ayudar sólo a la colectividad italiana; a la colectividad italiana la podés ayudar mejorando el entorno en el que está.

Entrevistador: ¿Y tú cómo llegas acá? ¿Sos italiano?
Renato: No. Yo soy… Yo soy uru… Digo bien: soy italiano, casi uruguayo; nací en Italia.

Entrevistador/a: ¿En qué parte?
Renato: En el sur, en Calabria. Yo soy un emigrante, con todas las cartas en regla para ser asistido, sólo que yo vine cuando era muy chico, me trajeron mis padres, tenía cinco o seis años. Pero después sufrí el proceso emigratorio uruguayo. En el año 73 me fui para la Argentina y ahí me vinculé al INCA, básicamente por los problemas políticos uruguayos. De alguna manera el INCA (no en forma muy notoria, pero con la debida prudencia del caso, porque estaba la junta militar gobernando) ayudaba tanto a los uruguayos de origen italiano como a los argentinos de origen italiano, sobre todo a aquellos que habían desaparecido, tratando de que los liberaran, etcétera. Entre todo ese proceso, yo quedé enganchado hasta el día de hoy. Después volví al Uruguay y me ofrecieron colaborar acá.

Entrevistador/a: Actualmente ¿qué cargo ejerce en el patronato?
Renato: Por el momento, soy el coordinador, que es de alguna manera el que organiza todo el trabajo en Uruguay.

Entrevistador/a: ¿Usted fue candidato por la lista de L’Unione?
Renato: No. Uruguay no llevó candidatos a la lista de L’Unione. De alguna manera nosotros, al no haber candidato, representamos la lista acá en Uruguay. L’Unione es una coalición de una decena de partidos políticos que ganó el Gobierno en Italia. En el exterior, también se presentó como coalición; por lo tanto, no se puede tener representantes en todos los lugares. Hubo elecciones y Uruguay quedó […] por cuestiones internas, desprovisto de candidato. De cualquier manera votamos bien; a pesar de no tener candidato, Uruguay aportó bastantes votos, casi los mismos que San Pablo, que tiene cuatro candidatos, así que no anduvo mal.

Entrevistador/a: En San Pablo es muy superior la población Italiana…
Renato: Sí, el número es el doble.

Entrevistador/a: ¿Cómo se vincula el patronato con el Interior del país? Vimos algunas banderas que decían San José, Artigas…
Renato: Con el Interior del país tratamos de mantener los lazos. Buscamos la forma de poder asistir a los que están en el Interior. Obviamente, los que tienen los medios para venir se trasladan hasta acá. Pero muchas veces no sólo influyen las condiciones económicas para poder trasladarse, sino también las condiciones físicas. Nosotros, con el tema jubilatorio, tenemos personas de edad avanzada y por eso tratamos de trasladarnos. Eso evidentemente no es tan fácil, sobre todo en estos últimos tiempos, que el Gobierno Berlusconi nos redujo mucho el presupuesto con el cual nos manejamos. También depende de la cantidad de personas que podemos incorporar a la tarea y de nuestra posibilidad económica de desplazamiento. Estamos tratando de poder solucionar este tema a través de un acuerdo con el equipo representante del BPS; ellos tienen sede en todo el país y también son parte del PIT-CNT. Estábamos en el equipo de Murro (¿cómo se le llamaba?; ahora Murro pasó a la Presidencia del BPS y no está más en el equipo). Con ellos coordinamos para hacer  una gira cada tanto.

Entrevistador/a: Nos llamó la atención que en Paysandú hubiera ocho asociaciones italianas.
Renato: En Paysandú han ido surgiendo repentinamente las asociaciones italianas. Pasa que Paysandú es un lugar donde hay una emigración bastante numerosa y también influye la cercanía con Argentina. Desde que emigraron a principio de siglo, en todo el mundo los italianos crearon asociaciones no sólo con la finalidad de materializar sus nostalgias, sino también como autoapoyo. El sistema mutual uruguayo (y el sistema médico uruguayo) arranca de una idea a la que los italianos llaman las famosas mutuo soccorso. Prácticamente ellos impusieron en toda América ese sistema de ayuda mutua a los efectos de protegerse en la parte sanitaria. El Sindicato Médico usa más o menos el mismo esquema que usaba la sociedad de mutuo soccorso. La emigración tuvo un período fuerte a principios de siglo, y después resurge en forma importante en la posguerra. Terminado el problema económico italiano y europeo, después de los años 50 o 55, se reduce el número de emigrantes. El italiano se integró fácilmente y se acabó la emigración.

Los italianos están establecidos e integrados al medio y, en consecuencia, las sociedades italianas empiezan a decaer, hasta que llega un elemento que las hace resurgir. Es la ofensiva –para decirlo de alguna manera– de Italia hacia sus comunidades. Italia, las autoridades italianas, ven que tienen desparramado un contingente enorme de gente en todo el mundo y, una vez arreglada su situación económica local, comienzan a tomar contacto de nuevo con las comunidades. Lo hacen sobre todo con una política regional, no estatal. Son las regiones las que toman contacto con las comunidades. Eso hace resurgir a partir de la década de los ochenta un gran número de asociaciones regionales. Entonces –te contesto lo de Paysandú– allí hay ocho asociaciones porque están la lombarda, la lucana… es decir, hay varias asociaciones regionales que retoman los contactos y después las regiones tratan de implementar algún proyecto. A través de todas estas iniciativas surge la necesidad del descendiente de italiano de hacer todo el trámite de reconocimiento de ciudadanía. De ahí que nosotros tengamos acá en Uruguay siete mil personas nacidas en Italia y cien mil italianos nacidos en Uruguay; la proporción hoy en día es así.

Entrevistador/a: Fuimos al acto homenaje por el 25 de abril ¿Hay algún tipo de discusión acerca de esa fecha?
Renato: Discusión en la colectividad hay, porque dentro de la colectividad hay instituciones como el COMITES, el CGIE, que son organismos de representatividad a nivel italiano. El COMITES es una estructura que tiene doce miembros y que teóricamente es la que representa a toda la colectividad en Uruguay ante el consulado y ante las autoridades locales. Después, está el Consejo General de los Italianos en el Exterior, que es un organismo que funciona en Italia, en el que cada país tiene una proporción de representantes ya definida. Ahí tú representás ante las autoridades italianas en forma directa a la comunidad uruguaya. Estas cosas, a su vez, generan luchas internas. Cada vez que hay elecciones del COMITES termina la colectividad peleada; cuando hay elecciones del CGIE, otro tanto. Se generan animosidades entre unos y otros. Hay también en estos momentos confrontación política desde que se empieza a hablar del voto de los italianos en el exterior, y aún mucho antes de materializarse.

Todo este tipo de cosas recaen en determinados episodios, como por ejemplo el del 25 de abril. En esa fecha, por ejemplo, el embajador dice: "el 25 de abril es un episodio histórico italiano que implementa una nueva era que es la era de la República de Italia liberada, así que esto tiene que ser una fiesta de todos". Y mete juntos fascistas –que fueron los que de alguna manera estaban impidiendo que Italia fuera liberada–  y partisanos –como en el caso de Andreoni, que fueron los que liberaron a Italia. Y los quiere meter en un acto solo. Al final terminaron siendo dos actos y ninguno de los dos sirvió para nada. Unos llevaron una ofrenda floral al monumento a Artigas y habría treinta, veinte personas. Otro se hizo en la Casa de los Italianos donde habría otros veinte, siendo ésta una fecha obviamente importante para Italia. [Suena el teléfono. Atiende diciendo: "¡pronto!" y habla en italiano].

Entrevistador/a: ¿Existe alguna fiesta que conmemoren y que una a todos los italianos?
Renato: Se han intentado varias iniciativas, pero también están contaminadas con toda la cuestión. En momentos en que no hay elecciones cerca, a veces se logra hacer una manifestación. Ahora se está tratando de hacer una federación de asociaciones, con el objetivo de promover actividades conjuntas para todos los italianos. Pero aunque el tema de la emigración es un tema que viene de muchos años atrás, yo soy un convencido de que éste es un período nuevo para la emigración. Las colectividades no estaban acostumbradas a todas estas confrontaciones políticas. Entonces tenés, por un lado, quién te dice: "no, en las asociaciones italianas no se puede hablar de política, no puede existir nada político". Es algo que vos lo podés decir, pero que después sea un hecho, es difícil. Hay muchos que de repente vienen y te dicen: "nosotros entendemos que a través del trabajo político podemos lograr un beneficio para la colectividad, si tú no me permitís hacerlo acá, no vengo más y listo". Entonces todo eso está transformando lo que es la propia gravitación de la colectividad.

Entrevistador/a: ¿Tienen algún tipo de relación con la Asociación Cultural Garibaldina? Vimos una placa en la Casa de los Italianos y queríamos saber qué era.
Renato: La Asociación Garibaldina es una asociación civil. En el Uruguay hay sesenta asociaciones italianas y en ésta se conmemora y se promociona la gesta garibaldina. Hacen una revista anual en la que publican básicamente todo lo que está en relación con la gesta de Garibaldi, y bueno, también hacen actos.

Entrevistador/a: Nuestro taller está enfocado en el tema de las colectividades italianas como comunidades culturales. ¿El patronato INCA, tiene algún tipo de políticas de promoción de la cultura italiana?
Renato: No. Para el patronato en sí la parte cultural no es un esfuerzo, digamos, más allá de lo que podamos promover en forma marginal. Por ejemplo, las mujeres que están en torno al patronato están organizando cursos de italiano, o tienen pensado rescatar elementos de la cocina italiana. Pero eso se hace como una actividad marginal, mientras que hay organismos específicos como el Instituto Italiano di Cultura que tiene la función concreta de promover lo que es la parte cultural. Hay otras organizaciones que reciben inclusive ayuda de Italia para difundir la lengua, como el Casio, por ejemplo, o la Dante Alighieri, que es otra de las entidades especializadas en esta parte. Nosotros básicamente tenemos el rol de la asistencia social.

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