DESCARGAR VERSION EN FORMATO .PDF
Julián Mesa

Julián Mesa

    Julián Mesa pertenece a la comunidad de descendientes de suizos del Uruguay. Actualmente se desempeña como vicepresidente del Centro Comercial de Nueva Helvecia, ciudad en donde vive.

Entrevistador/a: Dime tu nombre y tu edad.
Julián: Julián Mesa, treinta y cuatro años, nacido en Montevideo.

Entrevistador/a: ¿Eres descendientes de suizos?
Julián: No.

Entrevistador/a: En tu opinión, ¿cuáles son los rubros de la actividad económica que se mantienen o se destacan hoy en día en Nueva Helvecia?
Julián: El principal, tanto por lo que ha sido el proceso histórico de la Colonia Suiza, como en la actualidad, pasa por el lado de la lechería. Y dentro de la lechería, hay una fuerte vinculación con la quesearía artesanal en particular. En la lechería tenés una industria como Parmalat, que es el pulmón económico del pueblo, tanto por lo que la industria mueve en su propia estructura física como por lo que son todos los tambos de la periferia, que le venden la leche. Y en lo que tiene que ver con la quesería, hay un centenar de familias que vive de lograr el queso artesanal.

Entrevistador/a: ¿Hay otros rubros aparte de lo relacionado con la lechería?
Julián: Otro rubro que caracteriza mucho a la Colonia Suiza es la parte de talleres. Se la considera una ciudad donde hay muy buenos mecánicos, ya sea para motos como para tractores. Es una característica de Colonia Suiza también histórica tener muy buenos talleres mecánicos.

Entrevistador/a: ¿Qué percepción se tiene (o según tu percepción) de los descendientes suizos con respecto al resto del Uruguay?  En términos de diferencias o similitudes.
Julián: Tendría que hacer un análisis de lo que fue el proceso histórico de los suizos en el Uruguay. Cuando ellos llegaron… Siempre se acostumbra decir que el Uruguay los recibió de brazos abiertos; eso tiene una parte de cierto y otra parte de no cierto. Incluso, los suizos en el Uruguay, llegado el momento, tuvieron hasta que armarse para defenderse de las bandas que andaban en la campaña a fines del siglo XIX y principio del siglo XX, que, entre otras cosas, (según cuentan) hasta les robaban a las mujeres. Nosotros, en la actualidad, quienes no somos descendientes de suizos, a veces vemos que quedó esa frialdad en el trato, característica de los suizos en Europa. Pero a la vez ellos la fueron mamando en sus hogares desde que llegaron al Uruguay. El trato con los orientales que vivían en aquella época era de respeto, de cómo [sic] podrían abrir puertas para poder comercializar, pero a la vez siempre estuvieron a la defensiva.

Entrevistador/a: ¿Estos descendientes tienen un sentido de pertenencia o alguna afinidad con Suiza?
Julián: En algunos casos sí. Incluso tratan de juntarse para conversar, manteniendo el idioma o el dialecto según la región de Suiza donde vivían. Pero a la vez, sienten que Suiza no busca tener nexos con ellos. Las veces que se ha intentado tener una mayor vinculación no han sido o no han llegado a buen puerto. Hay familias muy puntuales que viajan, conservan gran parte de su familia en Europa todavía y tienen un sentido de pertenencia más fuerte. La gran mayoría no, como que perdieron su patria de origen. Nunca terminó de ser de un 100% su patria Uruguay. Quedaron ahí. A medida que los años avanzan, se va perdiendo el idioma de origen, cada vez se van adaptando más a estar en Uruguay, pero sin duda Suiza no hizo todo lo que tendría que haber hecho para lograr conservar ese sentimiento de pertenencia de quienes se fueron de su país.

Entrevistador/a: En términos económicos ¿existe algún tipo de vínculo?
Julián: ¡No! Se está buscado en la actualidad. Más que vínculos por el lado económico, [los vínculos] son por el lado cultural, que en el futuro van a traer consigo algún vinculo económico. Pero en la actualidad, no. Más allá de algún intercambio estudiantil, o que haya ido algún técnico lechero a Suiza y desde Suiza haya venido algún técnico agropecuario, no hay grandes vínculos de Colonia Suiza con Suiza. También eso viene atado a cómo han sido las características de los diplomáticos suizos en el Uruguay; recién el cónsul anterior que tuvimos se preocupó mucho por aumentar esos vínculos, pero hasta el trato era al estilo suizo, muy frío.

Entrevistador/a: ¿Qué me podrías decir del relacionamiento de esta comunidad suiza con otras comunidades suizas en la región, ya sea en Argentina, Brasil…?
Julián: Hay buenos vínculos, principalmente en las festividades, llámese la Fiesta de la Cerveza en cada comunidad, donde se realizan intercambios de grupos de baile. Por ejemplo, el mes pasado viajaron un par de grupos de baile de Colonia Suiza a Argentina. No fueron sólo los del grupo de baile, sino que fue mucha gente que los acompañó: veinte o treinta matrimonios iban con ellos en el micro, en representación de Colonia Suiza, llevando cartas del intendente, regalando algún producto. Este relacionamiento existe y es bueno. Ahora, en diciembre, en la Fiesta de la Cerveza de la Colonia Suiza vienen grupos de baile de las distintas colonias suizas en Argentina; en su momento han venido del Brasil. Es un relacionamiento cultural y no económico.

Entrevistador/a: ¿Cree, sabes o conoce si, en el pasado o el presente, personas de esta comunidad fueron o son discriminados en algún sentido?
Julián: Sí. No paso tanto por la cuestión racial sino política. Una vez iniciada la dictadura de la década del 70 hubo una especie de rechazo hacia militantes de grupos de izquierda por algunos miembros de la sociedad, que de repente eran los que ocupaban cargos en las distintas instituciones, o los que manejaban los hilos del poder de la comunidad. Incluso, según se dice, hicieron hasta una "lista negra" de personas, que para ellos estaban "mal vistos". Fuera de eso no tengo conocimiento de algún otro tipo de hecho. 

Entrevistador/a: Cambiando un poco de tema, nos interesa saber cómo se construían las familias en el pasado. ¿Los descendientes se casaban sólo con descendientes? ¿Cómo era?
Julián: Siempre ha sido muy fuerte el vínculo con la familia, tanto en los suizos como de quienes poblaron Colonia Suiza. Siempre [ha habido] un fuerte respeto por la familia. No te olvides que aparte de la comunidad suiza, la otra comunidad fuerte en la zona es la italiana. Hay fuertes valores sobre el vínculo familiar, y esos valores y líneas de conductas se han mantenido y trasmitido de generación en generación.

Entrevistador/a: ¿Los descendientes suizos se casan exclusivamente con los descendientes suizos o hay apertura con los criollos o piamonteses?
Julián: No, ha habido una apertura muy grande, que incluso ha hecho que en cada década haya apellidos clásicos suizos, que se han ido perdiendo (en la mezcla) entre apellidos criollos.

Entrevistador/a: En tu opinión, ¿las religiones han tenido un peso en la conformación de la comunidad?
Julián: Sí, han tenido una participación muy fuerte. Al extremo, incluso, de que lo que era la comunidad católica y la comunidad protestante. Llegaron a realizar sus rituales y ceremonias en el mismo templo. Esa unidad, a pesar de las distintas visiones de la religión, se conserva hasta hoy en día.

Entrevistador/a: ¿Hoy las religiones influyen en la sociedad o no?
Julián: Influyen cada vez menos. Tienen influencia sobre un determinado sector, que está muy vinculado, muy relacionado a los distintos aspectos de la religión. Pero sobre la gran masa, no. Sí tienen una cuotita como referentes, pero no es la opinión fundamental que la comunidad toma.

Entrevistador/a: ¿Hoy se usa la lengua alemana? ¿Han quedado remanentes?
Julián: Muy poca gente [usa el alemán]. Se ha ido perdiendo el uso del idioma, generación tras generación. Esto provocó que muchas instituciones de la comunidad nos juntáramos –yo, como miembro del Centro Comercial, integrantes de las Fuerzas Vivías, del movimiento Nuevas Generaciones, Club de Leones, Rotary, las Iglesias, las distintas instituciones de Nueva Helvecia– para crear un Centro de Lenguas, con el fin de despertar esa inquietud en los más jóvenes. No sólo sobre el idioma alemán, sino también por otros idiomas que usualmente no se "comercializan" desde las distintas instituciones que brindan cursos de idiomas. Buscamos docentes en alemán, italiano, francés, portugués, para que impartieran clases en el Centro de Lenguas, que comenzó a funcionar en el 2005, y ha logrando despertar esa inquietud. Incluso, la mayor cantidad de inscriptos fue para el idioma alemán, que es un poco el objetivo que la comunidad busca. Para poder lograr un hermanamiento con alguna comunidad suiza es base fundamental que en el futuro un porcentaje importante de la población domine algo el idioma, por lo menos.

Entrevistador/a: ¿Cuáles son las costumbres o símbolos que se mantienen desde los primeros colonos?
Julián: Los símbolos son los escudos cantonales. Otra costumbre es festejar todos los 1° de agosto la Independencia suiza. Otra costumbre, por parte de los familiares de los emigrantes, es poder desfilar en la Fiesta de la Cerveza, con los trajes típicos de su región, cosa que hacen no sólo en estas fechas sino que lo realizan en todo evento. Cada vez que se les solicita, no tienen ningún problema. Las familias de los distintos cantones suizos que todavía quedan en colonia suiza participan los 25 de agosto, cuando se festeja en la plaza; ellos concurren con sus trajes típicos, con las banderas y escudos de su región, en la festividad histórica uruguaya.

Entrevistador/a: Y alguna otra cuestión más relacionada con la impronta individual, con las formas de ser de los descendientes…
Julián: En algunos casos, ese trato, en primera instancia frío. Después te das cuenta de que no es tan así, una vez que empezás a tener relación con la familia o con esa persona. Pero en primera instancia, lo que primero notas en esos clásicos herederos de suiza es esa frialdad en el trato. Respetuosos, cordiales, pero sin dar más de lo que pueden dar en la primera relación. Después, poco a poco, sí les empezás a ver la mezcla con nuestro país; van transformándose en sus relaciones. Después, otras características que tú puedes ver son determinadas comidas típicas que se conservan, como el queso fundido, la papa a la suiza, que es una especie de tortilla con determinados características, que es muy clásica, el vino caliente; son determinadas cositas. Por ejemplo, a veces te juntas con alguien que te invita a comer a su casa (yo soy de Juan Lacase, estoy acostumbrado a otra cosa) y acá te esperan con una salchicha o con papas a la suiza, en invierno te hacen tomar un vinito caliente. Son esos detallecitos. Aparte, a las familias les gusta agasajarte con cosas que ellos saben, con cosas que son clásicas de ellos y que pueden marcar una diferencia.

Entrevistador/a: ¿Qué grupos o asociaciones civiles construyen Nueva Helvecia?
Julián: Muchas. Si comparas a Nueva Helvecia con otras comunidades te das cuenta que tiene muchísimas instituciones, y en todas las instituciones mucha gente participando, de distintas edades. Ahora, si analizas las instituciones más históricas, vas a ver mucha gente joven vinculada a ellas. Tienes instituciones que van desde vecinos que se juntan por la mejora de determinada ruta, que les permita acceder de mejor manera a sus campos, y desde sus campos, que les perita acceder mejor al pueblo, que el camión que va a buscar la leche a su tambo entre y salga si problema. Ahí tienes a un grupo de vecinos [que trabaja] por la mejora de la ruta 53, que participan en las Fuerzas Vivas. Y te terminan ayudando en la instalación del cuartelillo de bomberos, con el que no tienen nada que ver […], pero siguen participando en la comunidad, ayudando en otras áreas. Pero fuera de eso, tenés la Biblioteca pública, el Centro Comercial, el movimiento Nuevas Generaciones, que es una institución muy particular, clásica e histórica de Colonia Suiza, que, no sé, creo que sólo organiza la Fiesta de la Cerveza, Club de Leones, Rotary Club, la comisión de la Casa de la Cultura, la comisión del cine Helvético, comisiones de escuelas, de liceos, de la UTU. Es un clásico que se formen comisiones y se trabaje en equipos. Creo que es una de las cosas que, de repente, se heredó de esos viejos colonos que trabajaban todo en equipo, incluso para protegerse de los de afuera. Y eso la comunidad lo heredo y lo mantiene.

Entrevistador/a: ¿Estas instituciones tienen una influencia real en la vida cotidiana de la gente?
Julián: Todas estas instituciones, que individualmente hacen trabajos, se juntan en un colectivo que es las Fuerzas Vivas. Las Fuerzas Vivas de Colonia Suiza históricamente han tenido mucha fuerza, si bien de repente en los últimos diez años no han podido incidir como lo hacían antes en las decisiones de los gobernantes. Sí mantiene el respeto por parte de la comunidad y de los propios gobernantes (cuando ellos han sido citados no dejan de pasar por la reunión de Fuerzas Vivas, aunque ellos después decidan otra cosa). Es muy fuerte el vínculo y es muy importante la manera de trabajar que tienen. Nada hace Fuerzas Vivas porque sí, sino que [actúa] tratando de tener el consenso de todas las instituciones que están detrás de un proyecto. Ahora está por el proyecto del parque Del Retiro, instalando el cuartel de bomberos adentro, en el proyecto saneamiento (va por temas muy puntuales y toda la comunidad se mueve atrás de lo que Fuerzas Vivas hace). Para lograr eso, vos tenés que estar tranquilo que tuviste un consenso previo de todas las instituciones.

Entrevistador/a: Cambiando de tema. Nosotros hicimos una recopilación de la historia de la colonia y notamos que hay un periodo oscuro, por así decirlo, donde no hay muchos registros, que va desde principios de siglo hasta más o menos el fin de la Segunda Guerra Mundial. Se han tejido historias acerca de la afinidad ideológica con el Nacional Socialismo o con movimientos fascistas. Nosotros querríamos saber si existió esa afinidad o es una leyenda asociada a la utilización del idioma alemán en la región. Y si existió ¿fue promovida por ser descendientes de suizos, por el ingrato papel que le tocó jugar en la Segunda Guerra?
Julián: En aquellos años había un fuerte vínculo porque hasta el combustible venia de Alemania. Esos combustibles, que venían en bidones, se trasladaban en unas cajas de madera, por seguridad, y esas cajas venían con la esvástica grabada. En una estación de servicio que existía a principios de siglo en Nueva Helvecia, veías el surtidor con la esvástica (cuando la esvástica no era lo que terminó siendo). En ese proceso de crecimiento y de desarrollo del Nacional Socialismo, mucha gente que tenía esos vínculos comerciales empieza a desentenderse de la cosa, y mucha otra gente no. Ideológicamente (según cuentan) compartían ese espíritu: considerar que eran mejores que los demás. Hay que pensar en aquellos años, en el proceso histórico, en la década del 30, con crisis, y ver su país de origen o el país fronterizo de origen, en su apogeo, creciendo, la gente se mostraban contenta y muchos, lamentablemente, se engancharon con esa historia, desarrollando una derecha muy pesada. Ya te digo, si uno va asociando ve que los hechos de la década del 70 tienen vinculación con eso. Considerar mala gente a determinados habitantes de la población porque eran socialistas, comunistas o anarquistas, te demuestra que mucha de la gente que en la década del 30 o del 20 tenía ideas fascistas en su cabeza, tuvo herederos que seguían con alguna línea de conducta muy parecida en su cabezas, cincuenta años después.

Considero que hoy en día no quedaron muchos adeptos a esa cultura o a esa ideología. Sí, debe haber habido, pues no te olvides que, incluso cuando los mandos medios nazis huyeron, muchos eligieron esta zona del mundo, Bariloche, las colonias suizas que hay en Argentina, colonias que hay en Brasil, como Gramao; alguno calló por acá. Acá hubo un lugar, cerca del hotel Del Prado, que era una especie de casa de recuperación de combatientes de la Primera Guerra Mundial, quedaron en el medio de la Primera y la Segunda… Según cuentan, cuando pasaban las avionetas, cuando iban a fumigar a los campos, estos tipos, entre tantas cosas que hacían para recuperar sus mentes cansadas por la guerra, plantaban quintas en los fondos de sus casas, y cuando pasaban [las avionetas] se tiraban al piso y ponían sus manos sobre las cabezas, pensando que era algún avión que los venía a bombardear o a tirarles algo. Muchas de estas personas, en su relación con la población, en diálogos con los vecinos [mostraban que] indudablemente venían con esa ideología y capaz que conquistaron alguno más. Pero ya te digo, en la actualidad no veo nada de eso, y si alguno conserva esa filosofía, no lo demuestra. Después, está esa anécdota, mito o realidad, que Méngüele estuvo viviendo en la zona. Sinceramente, lo desconozco. Muchos dicen que sí, y que hasta se casó con un nombre falso en Colonia Suiza; otros dicen que no. Indudablemente, uno desconoce si fue cierto o no, pero lo que sí te demuestra que en la región se movían esos mandos medios alemanes, y algunos no tanto, con cierta tranquilidad y libertad. De la mano de lo que fue el proceso histórico con Perón en Argentina, que los apañó, que los ayudó, tal vez algún gobernante uruguayo colaboró también en eso, y por eso ellos vivían en esta zona con cierta tranquilidad.

Entrevistador/a: ¿Qué opinión tiene del movimiento Nuevas Generaciones?
Julián: Es una institución de muchísimos años, que en su momento tuvo una importante misión: lograr unir bandos que se habían creado en la población. Lo ha logrado. Hoy la comunidad es lo que siempre tendría que haber sido: tranquila, todos unidos y trabajando por los objetivos comunes. Y va cumpliendo también esa función generación tras generación, rotando sus autoridades, siempre con un fuerte vínculo con las inquietudes que pueda tener la población. Creo que es una institución distinta, que no la vas a encontrar en otro lugar, y muy importante para las cuatro ultimas décadas de Colonia Suiza.

Entrevistador/a: ¿Qué cosa criticaría del movimiento?
Julián: Creo que el camino que el moviendo ha tomado últimamente es muy bueno. En su momento, lo que se le podría haber criticado (que no es un problema de la institución sino de los hombres) es que no generó esa rotación de gente. Entonces, de "nuevas generaciones" tenía muy poco, porque había gente de cincuenta, sesenta y setenta años. En la actualidad, no, la gente que está es gente de treinta años, de cuarenta años, de veinte años. Volviendo a lo que fue la base fundamental de su fundación, la crítica, que no es crítica, porque tal vez no es culpa de ellos, […] es que estuvo unos cinco o seis años en que de "nuevas generaciones" tuvo poco, sin dejar de ser la importante institución que fue. Pero es lo único.

Entrevistador/a: Dentro del mismo trabajo de reconstrucción histórica, encontramos una triple relación en la génesis de estas colonias: entre un Estado débil (a la salida de la Guerra Grande), la Asociación del Rosario Oriental y la Masonería, que jugaría un papel de articulador o nexo entre el Estado y la Asociación del Rosario Oriental. ¿Usted cree que hoy la Masonería tiene una influencia en lo que es la construcción de la comunidad?
Julián: Considero que sí. Uno, leyendo un poco sobre las distintas filosofías, y leyendo un poco sobre lo que es la filosofía masónica, [encuentra que] su base es esa: influir en la sociedad donde se mueve. Todos sabemos que hay logias en la región, y es lógico que esas logias estén tratando de incidir en la sociedad en la que se están moviéndose. Haciendo esa ecuación, te puedo decir que sí considero que la Masonería en la región sigue teniendo un papel importante, como también considero que lo está teniendo en el país.

Entrevistador/a: ¿En qué lo ves o en qué te basarías para sacar esas consideraciones?
Julián: En ese accionar que tiene la comunidad, de buscar determinados valores, en cómo se integran las distintas instituciones para trabajar en los colectivos, en grupos, en ese consenso que se busca siempre, en esa búsqueda de armonía que tiene esta comunidad. De repente, tú vas a otras comunidades donde […] no funcionan logias, y no es así. Es en lo que me baso para darme cuenta de la importancia de su influencia.

Entrevistador/a: ¿Conocés a algún integrante de alguna logia?
Julián: Sospecho, pero nadie me ha venido a decir: "mirá que yo soy…". Incluso, creo que es parte de sus bases fundamentales no hablar de x, o no hacer conocer a las logias, sino trabajar en silencio. No conozco, pero uno sospecha.
 

DESCARGAR VERSION EN FORMATO .PDF